El retrato realista de Angélique Litzenburger, una veterana cabaretera francesa a la que un cliente habitual propone matrimonio, inauguró ayer Una Cierta Mirada, la segunda sección oficial del 67 Festival de Cannes y caladero donde el certamen mediterráneo destaca películas atípicas.
La actriz se interpreta a sí misma en "Party Girl", un relato coral de los directores Marie Amachoukeli, Claire Burger y Samuel Theis sobre el amor noctámbulo, cuando el cuentakilómetros ha dado la vuelta al contador varias veces y el maquillaje ya no logra domar la piel ni las costumbres. También se estrenó “Le Lion de mon Pére” (El león de mi padre” donde se relata la relación incestuosa entre un padre y su hija, donde él se comporta como un animal y ella responde con bulimia y cortes de cúter en los brazos.
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