El Festival de Cannes inauguró ayer su 68 edición con una película francesa de "superhéroes" muy alejados de los cánones de Hollywood: hombres y mujeres corrientes que dedican sus vidas a que adolescentes conflictivos no se escurran por los sumideros de la sociedad.
La realizadora Emmanuelle Bercot se ha convertido en la segunda mujer que dirige la cinta inaugural del certamen, lo que no impidió que "La Tête Haute" fuese acogida con tibieza en su primera proyección.
La presencia de Catherine Deneuve, en un papel de jueza de menores que interpreta con solvencia, inyectó las primeras dosis de "glamour" a un festival que ha hecho toda una declaración de intenciones al seleccionar esta obra como película de apertura. El filme sirve para ofrecer retrato del ambiente.
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