La película Insurgentes, del director Jorge Sanjinés, abrió la segunda versión del Festival Buenos Aires Indígena (Bain 2013), que se inauguró el pasado miércoles en la ciudad capital de Argentina.
La inauguración de este evento cinematográfico, que tiene agendada la exhibición de 27 películas, entre cortos y largometrajes, se realizó en el cine Gaumont, del Espacio INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales).
Más de 200 personas se dieron cita en el céntrico cine porteño, quienes al finalizar la exhibición de Insurgentes ovacionaron la obra de Sanjinés, considerado el padre del cine de denuncia.
"Insurgentes es una reflexión sobre el proceso sociopolítico que experimenta hoy la sociedad boliviana, al rescatar del olvido oficial a personajes y sucesos que fueron excluidos de la memoria colectiva nacional. Arranca en el cerco a la ciudad de La Paz, en 1781, y se proyecta hasta nuestros días”, señaló hace un tiempo el director del filme. La cinta fue estrenada en salas comerciales de varias ciudades del país en 2012.
Varios residentes bolivianos asistieron a la inauguración, que incluyó en su brindis de honor un típico vino argentino con la tradicional salteña boliviana.
La participación boliviana continuó el jueves con la exhibición de los cortos Rompiendo el silencio, Bía Recuate, El corazón de los hombres, Semillas de la vida y Corazón limpio, que fueron elaborados a lo largo de este año en el Centro de Formación y Realización Cinematográfica boliviano, que anualmente participa del evento.
El Bain 2013 desarrollará sus actividades hasta el 4 de diciembre. Se trata de un encuentro que busca consolidarse como uno de los festivales más importantes de la región, como el espacio donde se da visibilidad a los pueblos indígenas de Latinoamérica a través del audiovisual.
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