Más allá de la Palma de Oro a "La vie d’Adèle", de Abdellatif Kechiche, la 66 edición del Festival de Cannes, que finalizó hoy (ayer), se recordará por los robos de joyas, el tiroteo de un desequilibrado y la veteranía de sus invitados, como Jerry Lewis, Kim Novak, Robert Redford o Michael Douglas.
De los 68 años de un Douglas al borde de las lágrimas en su primer trabajo tras superar un cáncer de garganta, a las risas de un Lewis que a sus 87 desbordó vitalidad, se definió como un "payaso loco" y sentenció con una simple y rotunda definición del humor.
"El humor es humor. Las risas son risas. Si haces que el humor sea divertido, la gente se reirá". Y si Lewis divirtió, Novak enamoró con su melena rubia, un porte imponente y una gran sinceridad, subida en unas plataformas y soportando con elegancia el viento que soplaba en la terraza en la que apareció ante la prensa.
A sus 80 años, la que fuera musa de Alfred Hitchcock repasó su carrera y no se lamentó por haberse retirado pronto, en 1965: "No lo echo tanto de menos, pero a veces me siento culpable, culpable de haber desperdiciado ser famosa, de no haber estado para actuar en ciertos papeles".
Lewis y Novak, junto a Alain Delon, de 77 años, recibieron homenajes por parte de un festival en el que la veteranía fue omnipresente.
En competición, además de Douglas, se pudo ver a Bruce Dern, protagonista con 76 años de "Nebraska", de Alexander Payne. Y entre los directores Roman Polanski, que este llegará a los 80, polemizaba con sus declaraciones contra el feminismo tras llevar a competición "La Vènus a la fourrure", una historia de dominación.
Mientras, Redford, también de 76, lanzaba un contundente alegato medioambiental y en contra del vértigo tecnológico al presentar una película en la que interpreta a un hombre que realiza una travesía en solitario por el Índico, "All is lost".
Y Bernardo Bertolucci regresó a Cannes, en silla de ruedas, para asistir a la proyección de una versión en 3D de la épica "The Last Emperor" ("El último emperador"), y dejar claro que no mantiene la movilidad, pero sí la ilusión.
Veteranos y apasionados del cine, tanto como cineastas llegados entre muchas dificultades, como el iraní Mohammad Rasoulof con "Manuscripts don’t burn", película que denuncia la censura política en Irán y que fue rodada en la clandestinidad, tras haber sido condenado en 2010 a 20 años de inhabilitación por conspiración y propaganda contra su Gobierno.
O actores pasados detrás de la cámara, como el estadounidense James Franco, el francés Guillaume Canet o la italiana Valeria Golino
Junto a ellos, algunas estrellas, aunque no demasiadas, como Leonardo DiCaprio, Carey Mulligan, Marion Cotillard, Justin Timberlake, Matt Damon, Benicio del Toro, Tilda Swinton o Emma Watson, que pasearon sus mejores trajes por la alfombra roja.
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