Tras una apertura festiva y llena de glamour, el festival de Cannes pasó abruptamente este jueves a los estragos de la corrupción y el narcotráfico en México, una realidad ultraviolenta denunciada sin pudor en "Heli", de Amat Escalante, en competencia por la Palma de oro.
"No sirve para nada no mostrar la violencia para que el público se quede cómodo y no sufra demasiado mientras la violencia sigue existiendo en la vida": con ese postulado que explicó a la prensa, Escalante trae a los 34 años su tercer largometraje a Cannes, con escenas explícitas de tortura. "Heli", epónimo del protagonista (Armando Espitia) en torno al cual gira la acción, muestra cómo una humilde familia de trabajadores de una maquiladora de automóviles de la región de Guanajuato se ve arrastrada en la espiral de violencia que genera el tráfico de droga y la policía corrupta. "Se trata de una película dramática, extrema. Creo que la realidad de México es aún peor que lo que yo muestro en el filme", dijo Escalante.
"Es un país maravilloso que padece un virus, y ese virus ha invadido ciertas regiones de México, y eso es lo que yo pretendí mostrar". La avalancha de violencia se abate sobre el joven Heli y su incipiente familia luego de que el novio policía de su hermana menor, de apenas 12 años (Andrea Vergara), se involucra en el tráfico de droga.
"Cuando uno ve esta película es algo doloroso, deprimente y triste. Desde un punto de vista moral, nuestra responsabilidad consiste en mostrar la violencia así como es, triste y sucia". Durante el pase a la prensa hubo personas que abandonaron la sala tras las escenas más duras, pero en líneas generales la película de Escalante, si bien generó animadas discusiones sobre el grado de realidad que es válido mostrar en la pantalla, tuvo una acogida favorable en Cannes.
El año pasado, "Post Tenebras Lux",también cargada de violencia, fue abucheada en la sala y mucha gente se fue antes del final, aunque su director, el mexicano Carlos Reygadas --productor de "Heli"--, obtuvo el premio al mejor director. Escalante participa por tercera vez en este festival que parece haberlo adoptado entre sus favoritos, esta vez en la prestigiosa competencia de la selección oficial junto a otros 19 filmes.
Había participado en la sección Una cierta Mirada con "Sangre" en 2005 y "Los Bastardos" en 2008. Filmada en los áridos y polvorientos descampados guanajuatenses, "Heli" es una inmersión en una realidad sórdida mostrada sin adornos ni sentimentalismos, y precisamente esa sobriedad narrativa vuelve más soportable su crudeza. "Mostrar la violencia por la violencia no me interesa", explicó Escalante. Lo que deseaba era mostrar una especie de hilo conductor que permita poner a esa violencia en su contexto, y ver cómo ese contexto ejerce su influencia en los jóvenes".
Rodada en digital con actores casi todos no profesionales, Escalante entrevistó a unas 3.000 personas para el "casting" e instaló a los elegidos en el lugar de la acción antes de rodar. Más que una película sobre la guerra del narcotráfico, "Heli" es una película sobre la enorme mayoría de mexicanos que la padecen como víctimas, en particular los jóvenes.
Escalante explicó que pretende ante todo abrir los ojos del mundo sobre un fenómeno que muchos prefieren no mirar, o que se banaliza en los medios al presentarlo como meros ajustes de cuentas entre delincuentes. La ficción de "Heli" muestra las historias humanas que hay detrás de esas imágenes cotidianas de cadáveres decapitados y colgados en la vía pública.
"Quiero ir más allá de la violencia tras la cual la gente da vuelta a la página", dijo el director. "Se lee algo en la prensa, es violento, se da vuelta a la página y se pasa a otra cosa". "Yo quería ir más a fondo, ver lo que hay detrás". En el mundo de "Heli" hay poco espacio para la esperanza, apenas el sexo y la procreación se perciben como un escape hacia un futuro de todas formas incierto. "De alguna forma, el sexo es la última esperanza", acota el joven director.
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