jueves, 19 de mayo de 2016

La revolución de la realidad virtual está en marcha en Cannes

¿Qué te parecería meterte en la piel de un conejo que lucha contra los extraterrestres o en la mente de un androide?

La realidad virtual, que permite al espectador ser a la vez actor, es la nueva estrella de Cannes.

"Parece magia”, explica el cineasta estadounidense Eric Darnell, director de Madagascar, quien vino a presentar su cortometraje animado de seis minutos en realidad virtual Invasion! en el mercado del cine de Cannes.

El actor Ethan Hawke (Gattaca, Good Kill) presta su voz para esta película, que ofrece una visión de 360 grados y se inspira en La guerra de los mundos, la novela de ciencia ficción de H.G. Wells. Para verlo, el espectador tiene que ponerse un casco de realidad virtual que le adentra en el universo de un conejo que combate a dos extraterrestres disfrazados de champiñones azules.

"Es un poco como en los principios del cine, excepto que en materia de realidad virtual todo va mucho más rápido”, explica Vincent Leclercq, del Centro Nacional del Cine francés. Estrella de esta edición del mercado del cine, el más importante del mundo, la realidad virtual ya ha penetrado en muchos campos como los videojuegos, la medicina, el automóvil e incluso el porno.

La industria cinematográfica parece muy interesada en esta nueva tecnología y sus perspectivas de desarrollo. El potencial de ingresos de la realidad virtual está estimado en 20.000 millones de dólares de aquí a 2020, según los expertos del sector.

En el mercado de Cannes se han podido ver unas 35 películas de todo el mundo que ofrecen una visión de 360 grados. Entre ellos también I Philip (Yo, Philip), un cortometraje de 14 minutos realizado por Pierre Zandrowicz que sitúa al espectador dentro de la cabeza de un androide al que le han implantado la memoria del célebre escritor de ciencia ficción Philip K. Dick y los recuerdos de su último amor.

En fase de aprendizaje

"Uno de los principales problemas que plantea la realidad virtual reside en la escritura de los guiones”, explica su productor, Antoine Cayrol. "En un universo en 360°. El desafío consiste en que el espectador-actor mire allá donde queremos que mire”.

Para lograrlo, uno de los trucos consiste en dar un portazo (en la película), lo que le obliga a girarse, precisó. El material, que aún no está totalmente a punto, también es un obstáculo. "Trabajamos todavía de manera artesanal, hacemos bricolaje y pegamos dos cámaras entre ellas, por ejemplo. Durante el rodaje de I Philip pusimos una bolsa de hielo encima de la cámara para evitar el sobrecalentamiento”, confesó.

Otro escollo, el acceso aún limitado de estos filmes al público. "Sin duda el desafío más grande”, prosiguió Cayrol. Hay que desembolsar varios centenares de euros para adquirir los primeros cascos de realidad virtual (como el Oculus Rift de Facebook, el HTC Vive o el Samsung VR) comercializados desde hace algunos meses.

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