viernes, 13 de mayo de 2016

Woody Allen se pone romántico en Cannes

Más sobrio, y quizá menos cínico que en sus últimas películas, Woody Allen abrió ayer la 69 edición del Festival de Cannes con "Café Society", un ejercicio de cine clásico que relata una historia de amor ambientada en los años treinta.

Se trata de la tercera vez, después de "Midnight in Paris" (2011) y "Hollywood Ending" (2002), que el octogenario director neoyorquino inaugura este certamen, donde siempre se le acoge con reverencia. Aunque es difícil que a estas alturas una nueva obra del prolífico autor pueda sorprender, "Café Society" -recibida con aplausos- recupera claves del cine de Allen y se sumerge en sus temas recurrentes como el judaísmo, la religión, la muerte y, por encima de todos, el amor.

"Siempre me he visto como un romántico, aunque las mujeres de mi vida no lo compartan... Si les preguntas a ellas dirán que lo soy, pero no al estilo de Clark Gable, sino como un romántico estúpido", dijo Allen en la rueda de prensa posterior al pase de prensa.

El director atribuye esa visión romántica, que proyecta por ejemplo en su visión de Nueva York o de las relaciones amorosas, a la "influencia indeleble" que le causaron las películas de Hollywood en su infancia.

Todo eso está recogido en "Café Society", cinta en la que actúan Jesse Eisenberg, Steve Carrell y Kirsten Stewart.

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