domingo, 9 de febrero de 2014

Clooney como director y actor en la Berlinale

El director y actor George Clooney exhibió ayer todos sus encantos y su compromiso político con los derechos ciudadanos en la presentación en la Berlinale de su última cinta como director y actor, “The Monument Men”, película que llega al festival fuera de competición.

“No es fácil hacer una película sobre arte”, señaló el estadounidense al recordar cómo tuvo que convencer a las productoras para que apostasen por una historia desconocida y “fascinante”.

Las peripecias del grupo aliado que trató de salvar las obras de arte robadas por los nazis en los estertores de la II Guerra Mundial apenas centró la multitudinaria rueda de prensa celebrada en Berlín, donde Clonney tuvo que atender a más admiradoras que preguntas.

Algo cansado, según dijo, de hacer películas “cínicas”, su objetivo no es lanzar un mensaje “patriótico”, sino “narrar la historia de un grupo único de personas que hizo algo por primera vez en la historia de la guerra”.

Flanqueado por Bill Murray y Matt Damon, Clonney sonrió, coqueteó, envió mensajes a sus fan en China y hasta silbó parte de la banda sonora de la película en una comparecencia en la que, además de los piropos, se sucedieron las preguntas sobre su compromiso político ante distintos conflictos.

Mostró su apoyo a la encarcelada ex primera ministra ucraniana Julia Timoshenko, un “preso político, según sus palabras, y respaldó a quienes protestan en Kiev y apuestan por su “autodeterminación”, reconoció que será una larga lucha.

Clooney, uno de los artistas de Hollywood que hace años llevó a las portadas de los medios de todo el mundo el drama de Darfur, no se olvidó tampoco de la crisis de Sudán del Sur.

Muchos, explicó, se alegraron cuando se reconoció su derecho a la libre autodeterminación y cuando lograron la independencia, convirtiéndose en el país más joven del planeta.

Un filme desde México

El drama de la inmigración mexicana a Estados Unidos aterrizó en la Berlinale de manos de “Los Ángeles” del director estadounidense Damian John Harper, una cinta que constituye también un canto en honor de los protagonistas más olvidados de ese éxodo. Para ello Harper, que ha vivido largas temporadas en el pueblo zapoteco de Santa Ana del Valle donde se rodó la cinta, prescindió de actores profesionales y quiso que los propios habitantes de esta población representasen a los personajes.

“Son personas de mucho corazón, son personas inteligentes de una humanidad profunda” manifestó a Efe el cineasta, que explicó que se vio “afectado” por esta comunidad “tan fuerte” en la que “se cuidan los unos a los otros”. El filme que se expone en la categoría “Forum” narra la historia de Mateo, un joven de 17 años que sueña con viajar hasta una ciudad estadounidense.

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