martes, 10 de febrero de 2015

Larraín y Guzmán, representantes del "momento mágico" chileno en la Berlinale

Los directores Pablo Larraín y Patricio Guzmán plasmaron en la Berlinale el momento mágico que vive el cine de Chile, no solo por la presencia de dos películas chilenas a competición, sino porque además son firmes aspirantes al Oso de Oro.

Dos años después de que Sebastián Lelio pusiera fin a más de 20 años sin presencia chilena a concurso -con "Gloria", Oso de Plata a la mejor actriz para Paulina García-, la cinematografía de ese país fue recibida como superpotencia en Berlín a través de ambos cineastas.

El domingo se estrenó "El botón de nácar", el documental de Guzmán a la estela de "Nostalgia de la luz", que se disparó al segundo lugar en las preferencias de la crítica de la revista del festival, "Screen", tras la británica "45 Years".

Ayer le correspondió el turno a Larraín, con "El Club", un intenso filme sobre un grupo de sacerdotes retirados del ejercicio por pederastia u otras atrocidades, que fue recibido con fuertes aplausos tras el pase ante los medios.

El auge del cine chileno y su proyección exterior contrasta con su déficit en cuanto a su difusión en las salas de cine y televisión del país.

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